
De alguna u otra manera, todos
queremos ser recordados por alguien.
Ya sea cuando nos perdemos o cuando
nos mudamos a vivir al cementerio.
Hace poco yo escribí un poema que
trata precisamente de eso, de ser
recordados, ya sea por la persona
a la que amamos en vida, o por los
familiares y amigos que siempre
estuvieron allí, abrazados de nuestra
sombra. Sin más que decir...
Es mejor el olvido en tu sonrisa
Que la tristeza ahogada en tu recuerdo.
Recuérdame cuando haya marchado
Lejos en la Tierra Silenciosa;
Cuando mi mano ya no puedas sostener,
Ni yo dudando en partir, queriendo permanecer.
Recuérdame cuando se acabe lo cotidiano,
Donde revelabas nuestro futuro pensado:
Sólo recuérdame, bien lo sabes,
Cuando sea tarde para plegarias o consuelos.
Y aunque debas olvidarme por un momento
Para luego evocarme, no lo lamentes:
Pues la oscuridad y la pena dejan
Un vestigio de los pensamientos que tuve:
Es mejor el olvido en tu sonrisa
Que la tristeza ahogada en tu recuerdo.
†→Christina Georgina Rossetti ←†


No hay comentarios.:
Publicar un comentario